Taquitos de colores.

Limpiando mi cartera de papeles que ya no servían, boletos y tickets viejos encontré un taquito rosa lleno de pelusas y ya casi sin adhesivo, se hallaba oportunamente arrollado en el fondo de un bolsillo de mi bolso. Me intrigó saber que cosa importante habría anotado allí, procedí a averiguarlo cuando veo una incomprensible y desprolija letra enunciando "que bueno fue haberte conocido, me gustas mucho". Lo que me llevó a recordar el origen de esa nota... 
Una noche, ya hasta las narices de esperar que vuelva, me encontraba dentro de su auto, aburrida, decidí sacar los tacos de colores y una birome. Comencé escribir tonterías y dibujar garabatos. Hasta que se me cruzó por la mente dejarle un mensaje "que bueno fue haberte[...] 
Por alguna razón, a pesar de intentarlo una y otra vez, no conseguía que se adhiera el taco al volante más de dos segundos sin que terminara cayéndose. Recuerdo haber pensado en ese momento "¡Vamos, ¿por qué mierda no te pegas?!" Ya habiendo perdido totalmente la ocurrencia y, claramente, su funcionalidad, terminé guardándolo en mi bolso antes de que él volviera. Luego se me ocurriría alguna otra ingeniosa forma de decírselo. 
¡Hoy lo encontré!, ahí estaba... Totalmente lleno de pelusas, ajado e ilegible. Lo primero que se me cruzó por la cabeza, más allá de agradecer eternamente a la fábrica de taquitos por la baja calidad del pegamento que utilizan. ¿Qué clase de broma pesada me había jugado la vida en ese momento?. Minutos más tarde entendí el chiste de la historia, pedazo de remate se mandó la vida. ¡Menudo sentido del "humor"! claro que si te tienen que contar un chiste, pierde la gracia, pero hablando en serio, si el adhesivo no funciona no hay que seguir insistiendo, mientras más intentas aferrarlo, más se desprenderá.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

“Las dos linternas”, Poema de la obra “Las Doloras“; El Kybalión; Ramón de Campoamor (1846)

"Crónica de la ciudad de La Habana"; El libro de los abrazos; Eduardo Galeano