Los hijos del fracaso
Los hijos del fracaso
Nos presentamos...
Los
que en ningún momento veremos los rendimientos de nuestras andanzas, quienes
veremos caer el fruto del árbol, y espantando a los acechadores antes de que
lleguen a nuestros frutos y caigan en el piso solo sus cáscaras y migajas. Que
alguien me diga si es justo que después de tanto esfuerzo solo con eso
sonriamos, conformándonos, aplaudiendo con regocijo. ¿Eso es lo que nos
corresponde?, ¿esos despojos son nuestro premio consuelo?
La realidad excede las abruptas esperanzas de una vida
mejor. Somos la generación que creció bajo las alas de sus
padres, hasta que prematuramente algo sucedió en nuestro camino y nos chocamos de frente con
la realidad del crudo mundo que hoy tenemos. Aun así, lucharemos por nuestro lugar
en esta tierra que nos dio la espalda. Solo sus ardientes lágrimas le son
propias cuando caen en esta tierra forastera que nos vio crecer y que día a día
nos ve padecer, bajo una gran sombra están condenados eternamente a jamás ver
más allá del hoy. Es que no es posible para los hijos del fracaso alardear de
quimeras atrapadas y metas cumplidas … Solo son vanas utopías que muy lejos
están de su realidad. Para ellos no hay lugar en el mundo. Mediocres y
ordinarios, opacos. Por nada destacan, aunque eso quisieran, las oportunidades
huyen de sus manos ¡como si de agarrar con sus dedos el agua se tratase!
Estamos muy cansados para ir tras los sueños.
¿Cómo pensar en un
mañana? si vemos el cielo desde una delgada línea del camino oscilar al punto de
vencerse infatigablemente. Tan triste es nuestra vida que con el primer
destello de sol ya nos es formidable, porque el día siempre se vuelve a nublar otra vez. Dejando solo la ilusión de que lo bueno algún día llegará para
nosotros.
Los hijos del
fracaso solo queremos amar lo que soñamos, vivir sin ver un cielo tormentoso
aproximarse cada vez que levantamos la cabeza y hacemos pie, queremos ese mismo
sol que ustedes contemplan cada día, ese sol que para ustedes es puro y
duradero para nosotros fortuito e inconstante...Ojalá algún día lo entiendan.
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