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Mostrando las entradas de marzo, 2023

Silencio.

 Tanto esperé este día, ¿Y ahora qué? La alegría que sentía se ha ido, Y mi corazón se siente vacío, Como si nada tuviera ya sentido. ¿Y ahora qué? Me pregunto en silencio, Cuando todo lo que quería era esto, Pero ahora que lo tengo en mis manos, Siento como si fuera solo un triste antojo. Tanto luché por alcanzar mi sueño, Pero nunca pensé en lo que vendría después, La realidad es mucho más dura, De lo que imaginaba en mi mente. Y ahora me encuentro aquí, sola y perdida, Preguntándome qué más puedo hacer, ¿Cómo puedo encontrar la felicidad, Cuando lo que quería no me hace feliz? Quizás deba seguir adelante, Buscar nuevas metas y objetivos, Aprender de esta experiencia, Y no perder la esperanza ni el optimismo. Pero por ahora, solo puedo llorar, Por lo que pensé que iba a ser, Por lo que quería y ahora no tengo, Y por la tristeza que no puedo contener.

Mamá.

Perdón mamá por esta vida que llevo, que no es la que soñaste para mí, me alejé del camino que trazaste, y no seguí las normas que aprendí. Pero a veces la vida se complica, y nos lleva por caminos sin luz, y aunque intenté buscar la salida, no pude encontrar el camino hacia la cruz. Ahora me arrepiento de mis errores, de haber lastimado a los que amé, y aunque sé que no podré cambiar el pasado, prometo tratar de ser mejor en lo que vendrá. Perdón mamá por las lágrimas que causé, por los desvelos que te hice pasar, por el dolor que te hice sentir, y por las noches que te hice llorar. Pero hoy te prometo que seguiré adelante, luchando con fuerza y con tesón, porque aunque me alejé del camino, nunca perdí tu amor ni tu bendición. Perdón mamá por esta vida que llevo, y por los errores que cometí, pero siempre estaré agradecido, porque tú siempre estarás aquí.

A nada.

 Hoy me resigno a todo, pero a la vez a nada, siento que el tiempo corre y no puedo detenerlo, me aferré a ilusiones, pero se desvanecieron, y ahora me encuentro en una encrucijada. Me resigno a las derrotas que he tenido, a las batallas perdidas en el camino, a las palabras que me han lastimado, a los sueños que quedaron en el olvido. Pero a la vez, me resigno a nada, porque aún tengo la fuerza para luchar, porque mi corazón sigue latiendo con ganas, porque sé que aún hay mucho por alcanzar. Hoy me resigno a todo, pero a la vez a nada, porque sé que la vida es una montaña rusa, y aunque a veces parezca que todo se derrumba, siempre hay una luz que nos alumbra. Así que seguiré adelante, paso a paso, sin importar cuántos obstáculos encuentre, porque sé que cada fracaso es un aprendizaje, y cada logro es una victoria para siempre.

Verdades, puñales...

 Te conozco tanto que sé que nunca vendrías a buscarme, aunque mi corazón te anhele y mi alma te extrañe. Sé que tus pasos no se dirigen hacia mi puerta en la noche, que tus ojos no me buscan en la multitud de la ciudad. Pero aún así, mi amor por ti no se desvanece ni se apaga, sigue ardiendo como una llama que nunca se extinguirá. Te conozco tanto que sé que nunca vendrías a buscarme, pero yo siempre estaré aquí, esperando por si acaso.